jueves, 22 de marzo de 2007

Animal Planet

Ayer presencié algo que me llenó de pena ajena.

Durante la hora de la comida mis compañeritas se dedicaron a enumerar todos y cada uno de los defectos de otra del grupo (quien se encontraba ausente, obviamente).

Fue como ver a un grupo de hienas devorando a una cebra.

La victima en cuestión, admito que se lo ganó, (ella y yo tuvimos un par de roces en el pasado y decidí que lo mas sano era guardar distancia entre ambas) pero lo que me dio pena fue precisamente que no estaba allí para defenderse. No me parece justo, sobre todo cuando ninguna de estas chicas es una perita en dulce.

Miré a mi compañero de enfrente, esperando que de él saliera algún comentario a favor de la chica ya que ellos son muy “amigos”, pero como buen maricón se acobardó y guardó silencio aunque tengo que decir en su favor que se veía algo incómodo.

Y pensar que todas ellas hasta han comido del mismo plato. La lealtad entre mujeres no existe.

Esas son las arpías con las que convivo todo el tiempo...

Para defenderme tengo que ser más cruel que todas ellas...y divertirme en el proceso.

1 comentario:

Nana Equis dijo...

Sabes que me cae, me cae el saco eso de ser la cebra en las fauces de la hiena.. que fuerte, senti escalofrios pero al mismo tiempo liberacion de ya no tener que lidiar con esas malas vibras, fuchi, mejor te pregunto a ti porque dejaste de blogear???? platicas bien sabroso